Cuando despierte del sueño
me encontraré con los perros de mis pesadillas.
Y es que el sol de verano quema sin miramientos a todos los que se despisten.
A los que no se protegen del calor y se dejan tostar, desnudos. Supongo que cuando tienes la piel
en carne viva,
nada más te importa.
Aunque se te caiga
a cachos.
Querida Prudence:
ResponderEliminarMil gracias por dejarte caer por mi blog!
Te devuelvo la visita. Y ojalá no lo hubiera hecho porque me acabo de enamorar de tu pequeño rincón.(;
Espero leerte pronto!
oooh muchas gracias!! qué ilusión!!! iré colgando cosas, ve pasando por aquí, a ver si te va gustando!
EliminarHasta pronto!